Como hijo de campesinos y habiéndome criado en una de las zonas más productivas y que más le aportan al país, entiendo de primera mano lo agobiante que son para los productores las retenciones, que representan un golpe directo a la independencia económica, que limita el crecimiento, impide la inversión y sobre todo la generación de nuevos puestos de trabajo.
Llegó el momento de que al campo se le dé urgentemente un alivio. No pedimos privilegios, solo justicia y equidad.
¡Poner en orden la caja nacional tiene que hacerse sin perjudicar a los que más trabajan por esta Patria!